Si había un reto que nos faltaba por realizar era encajar una auténtica cocina profesional en las dimensiones de una antigua camioneta Citroen. Preciosa, eso sí, pero de reducidísimas dimensiones.
Aquí sí que el tema iba de milímetros. Todo debía realizarse con la máxima precisión, ya que cualquier error podía ser irremediable.
Acero inoxidable a medida, más que nunca. Una planificación exhaustiva de la maquinaria imprescindible, siempre a mano, la secundaria, etc.
Y por supuesto, un compacto horno, plancha, freidora, cámaras de frio para la conservación de los alimentos… y todo acabó cabiendo. Sin olvidarnos de un sistema de extracción de humos lo más compacto posible dadas las circunstancias.
La verdad es que el resultado fue espectacular.
